El Príncipe de Gales (Prince of Wales) es un cóctel con historia, como todos los buenos cócteles.
Al parecer, el Príncipe de Gales Albert Edward, hijo de la Reina Victoria y futuro Eduardo VII, rey del Reino Unido y sus colonias, era un "party animal" de cuidado. Le gustaba trastear con mujeres y actrices, amaba la fiesta y el champán, y fue muy criticado en vida por ello. Incluso su mismísima madre la reina, dijo de él "no puedo, ni podré, mirarle sin estremecerme". Pero el príncipe iba a lo suyo, que la vida es corta. El cóctel Prince of Wales lleva su nombre por la afición de nuestro fiestero Eduardo VII al champán, de hecho, se dice que fue él mismo quién lo inventó.
El cóctel está bastante en boga hoy día, y la receta varía según el barman. A saber, Chartreuse amarillo, brandy y champán, y a partir de ahí, imaginación al poder.
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